Cirugía Laparoscópica DE HERNIA INGUINAL
DESCRIPCIÓN
¿Qué es una hernia inguinal?
Una hernia inguinal es una protrusión de tejido, como parte del intestino, a través de un área débil en la pared abdominal en la región de la ingle. Esta protrusión puede causar una protuberancia visible o una hinchazón en el área afectada. Las hernias inguinales pueden ser congénitas, es decir estar presentes desde el nacimiento o adquiridas, debido a factores como el envejecimiento, el esfuerzo físico excesivo, la obesidad o la debilidad muscular.
Los síntomas de una hernia inguinal pueden variar según la gravedad de la hernia y pueden incluir:
- Protuberancia o hinchazón: La mayoría de las personas notan una protuberancia o una hinchazón en la región de la ingle o la parte baja del abdomen, especialmente al realizar actividades como levantar objetos pesados, toser o hacer esfuerzo.
- Dolor o molestia: La protuberancia puede ir acompañada de dolor o molestia, que puede empeorar al realizar actividades físicas o al estar de pie durante mucho tiempo. El dolor puede ser leve o agudo, y a menudo se describe como una sensación de ardor o tirantez.
- Sensación de pesadez o presión: Algunas personas con hernias inguinales pueden experimentar una sensación de pesadez o presión en el área afectada, especialmente después de estar de pie durante largos períodos.
- Malestar abdominal: En algunos casos, las hernias inguinales pueden causar malestar abdominal generalizado, náuseas o vómitos, especialmente si el tejido herniado se queda atrapado o estrangulado, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo al intestino.
- Dolor durante el movimiento intestinal: En casos más graves, la presión sobre el tejido herniado durante el movimiento intestinal puede causar dolor abdominal o molestias.
Es importante tener en cuenta que no todas las hernias inguinales causan síntomas, y algunas pueden ser asintomáticas y descubrirse durante un examen físico de rutina o en una evaluación médica por otro motivo. Las hernias inguinales pueden aumentar de tamaño con el tiempo y pueden volverse más propensas a complicaciones como la estrangulación, donde el flujo sanguíneo al tejido herniado se ve comprometido, lo que puede requerir tratamiento de emergencia.
Existen tres tipos de hernias inguinales:
- Hernia inguinal directa: En este tipo de hernia, el tejido protruye a través de una debilidad en la pared abdominal en el área inguinal, pero no pasa a través del canal inguinal. La hernia inguinal directa generalmente ocurre más tarde en la vida y se asocia comúnmente con factores como el envejecimiento, el esfuerzo físico repetitivo, la obesidad y la debilidad de la pared abdominal. Es más común en los hombres mayores de 40 años.
- Hernia inguinal indirecta: Este tipo de hernia se desarrolla cuando una porción del intestino delgado protruye a través del canal inguinal, que es un pasaje estrecho en la parte inferior del abdomen. La hernia inguinal indirecta a menudo se debe a una debilidad congénita en la pared abdominal o al cierre incompleto del canal inguinal durante el desarrollo fetal. Este tipo de hernia es más común en los hombres y puede presentarse a cualquier edad.
- Hernia inguinal bilateral: Este tipo de hernia implica protrusiones en ambos lados de la ingle. Sin embargo, tanto las hernias inguinales indirectas como las directas pueden presentarse de forma bilateral en algunos casos.
La cirugía utilizada para reparar una hernia inguinal se llama hernioplastia inguinal o reparación de hernia inguinal. Hay varias técnicas quirúrgicas que pueden utilizarse para reparar una hernia inguinal, algunas de las técnicas comunes incluyen la hernioplastia con malla, la cual utilizando una malla para reforzar la pared abdominal, la herniorrafía abierta la cual es una reparación sin malla y la cirugía laparoscópica de mínima invasión.
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DATOS RÁPIDOS
Duración 60 a 120 minutos
TécnicaCirugía Laparoscopica
Valoración Médica Este procedimiento requiere de una valoración médica previa
Hospitalización Ambulatoria sin hospitalización
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REQUERIMIENTOS PREVIOS
¿Cuáles son los requerimientos para la reparación de hernia inguinal laparoscópica?
Los requerimientos previos para la reparación de una hernia inguinal mediante cirugía laparoscópica pueden incluir:
- Evaluación médica: Antes de la cirugía laparascópica, el paciente se someterá a una evaluación médica completa para asegurarse de que esté en condiciones de someterse al procedimiento quirúrgico. Esto puede incluir pruebas de laboratorio, electrocardiograma (ECG) y evaluación de la función pulmonar, dependiendo de la salud general del paciente y de cualquier afección médica preexistente.
- Preparación intestinal: Esto puede incluir una dieta especial, la ingesta de laxantes o enemas para limpiar el intestino antes del procedimiento.
- Ayuno: El paciente recibirá instrucciones para ayunar durante 8 horas mínimas antes de la cirugía. Esto ayuda a prevenir complicaciones durante la anestesia y la cirugía.
- Planificación del transporte: Se recomienda que el paciente haga arreglos para el transporte a casa después de la cirugía, ya que es posible que no pueda conducir debido a los efectos de la anestesia y el dolor postoperatorio.
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CANDIDATOS AL PROCEDIMIENTO
¿Qué pacientes pueden desarrollar una hernia inguinal?
La hernia inguinal puede desarrollarse en personas de todas las edades y géneros, pero es más común en ciertos grupos de pacientes. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar una hernia inguinal incluyen:
- Sexo masculino: La hernia inguinal es más común en hombres que en mujeres. Esto se debe a que los hombres tienen un canal inguinal más largo y estrecho, lo que puede predisponerlos a desarrollar una hernia inguinal.
- Edad: Si bien las hernias inguinales pueden ocurrir a cualquier edad, son más comunes en personas mayores, especialmente en hombres mayores de 40 años.
- Historial familiar: Existe evidencia de que la predisposición genética puede desempeñar un papel en el desarrollo de hernias inguinales. Las personas con antecedentes familiares de hernias inguinales pueden tener un mayor riesgo de desarrollar esta afección.
- Factor de riesgo ocupacional: Algunas ocupaciones que implican levantar objetos pesados o realizar actividades que aumenten la presión intraabdominal pueden aumentar el riesgo de desarrollar una hernia inguinal. Esto incluye trabajadores de la construcción, agricultores, levantadores de carga y otros trabajadores que realizan actividades físicas extenuantes.
- Obesidad: El exceso de peso corporal puede aumentar la presión intraabdominal y debilitar la pared abdominal, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar una hernia inguinal.
- Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades crónicas que causan tos o estreñimiento crónicos pueden aumentar el riesgo de desarrollar una hernia inguinal debido al aumento de la presión intraabdominal.
Es importante tener en cuenta que no todos los factores de riesgo garantizan el desarrollo de una hernia inguinal, incluso algunas personas pueden desarrollar una hernia inguinal con el paso del tiempo sin tener ningún factor de riesgo conocido.
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RIESGOS
¿Qué riesgos implica no tratar una hernia inguinal?
Una hernia inguinal puede presentar varios riesgos y complicaciones, especialmente si no se trata adecuadamente. Algunos de los riesgos asociados con una hernia inguinal incluyen:
- Estrangulación: Uno de los riesgos más graves de una hernia inguinal es la estrangulación. Esto ocurre cuando el tejido protruido a través de la hernia queda atrapado en el canal inguinal, lo que puede comprometer el suministro de sangre al intestino, provocando necrosis que es la muerte parcial del tejido intestinal y ser una emergencia médica que requiere cirugía de inmediato.
- Obstrucción intestinal: Una hernia inguinal grande o no reducida puede comprimir el intestino y causar una obstrucción intestinal parcial o completa. Esto puede provocar síntomas graves como dolor abdominal intenso, distensión abdominal, náuseas, vómitos y estreñimiento.
- Dolor crónico: Algunas hernias inguinales pueden causar dolor crónico en el área de la ingle o el abdomen, especialmente durante la actividad física o al levantar objetos pesados. Este dolor puede afectar la calidad de vida y requerir tratamiento médico para su alivio.
- Complicaciones durante la cirugía: Existe un pequeño riesgo de complicaciones durante la reparación quirúrgica de una hernia inguinal, como infección de la herida, hemorragia, daño a los nervios o tejidos circundantes y reacción adversa a la anestesia.
- Recurrencia de la hernia: A pesar de una reparación quirúrgica exitosa, existe un riesgo de que la hernia inguinal pueda reaparecer en el futuro, especialmente si los factores de riesgo subyacentes, como la debilidad de la pared abdominal, no se abordan adecuadamente.
Es importante tener en cuenta que no todas las hernias inguinales causan complicaciones y algunas pueden ser asintomáticas o causar solo síntomas leves. Sin embargo, si experimentas síntomas de una hernia inguinal, es importante recibir atención para prevenir complicaciones potenciales.
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VENTAJAS
¿Cuáles son las ventajas de una hernioplastia inguinal laparoscópica?
La reparación de una hernia inguinal mediante cirugía laparoscópica, también conocida como hernioplastia inguinal laparoscópica, ofrece varias ventajas en comparación con la cirugía abierta tradicional. Algunas de estas ventajas incluyen:
- Menos dolor postoperatorio: Las incisiones pequeñas utilizadas en la cirugía laparoscópica tienden a causar menos dolor postoperatorio en comparación con la incisión más grande requerida en la cirugía abierta. Esto puede resultar en una recuperación más rápida y una menor necesidad de analgésicos.
- Recuperación más rápida: Debido a las incisiones más pequeñas y al menor trauma de los tejidos, la recuperación después de la cirugía laparoscópica suele ser más rápida que con la cirugía abierta. Los pacientes pueden volver a sus actividades normales más rápidamente y experimentar menos interrupciones en su vida diaria.
- Menor riesgo de complicaciones: La hernioplastia inguinal laparoscópica generalmente se asocia con un menor riesgo de complicaciones, como infección de la herida, hemorragia y daño a los tejidos circundantes, en comparación con la cirugía abierta. Esto puede conducir a una recuperación más rápida y una menor necesidad de cuidados postoperatorios.
- Cicatrices más pequeñas y estéticas: Las incisiones pequeñas utilizadas en la cirugía laparoscópica suelen resultar en cicatrices más pequeñas y poco visibles en comparación con la incisión más grande requerida en la cirugía abierta. Esto puede ser estéticamente más agradable para algunos pacientes y reducir la preocupación por las cicatrices visibles.
- Menor riesgo de hernia recurrente: La reparación laparoscópica de una hernia inguinal se realiza utilizando mallas quirúrgicas para reforzar la pared abdominal y cerrar el defecto herniario. Esta técnica puede proporcionar una reparación más sólida y duradera en comparación con la cirugía abierta, reduciendo el riesgo recurrencia de la hernia inguinal en el futuro.
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